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Introducción

Como vine al mundo: a medias inocente, a medias quejosa. En reclamo, en observación constante. Desnuda.
Desnuda de alma, que es más desnudez que toda la que se puede alcanzar con el cuerpo. Desnuda de juicios, prejuicios, preconceptos. Desnuda de esperanza, y en el fondo, esperanzada. Desnuda en la libertad, que cuando es de verdad, está infectada de miedo, de incertidumbre, de territorios inexplorados que aterran.
Si pasás por acá y te molesta mi desnudez, seguí de largo. No pasa nada, ni para vos ni para mí. Si te identificás, quedate, acercate, aportá tu punto de vista, interactuá. Es valioso, es nutritivo, es inesperadamente enriquecedor para todos. Si ni fu ni fa, te invito a que atravieses la indiferencia, y por ahí, mágicamente, sucede algo, aunque más no sea el enojo. Bienvenido lo que sea que te pase: si te pasa algo, estás vivo, estás viva. Aunque no te atrevas a desnudarte.
Desnuda. Sé qué habrá días de extremo frío, o de inusitada aridez. Otros en que el sol me quemará de adentro hacia afuera, teñirá primero mis sentidos y mis impresiones, y luego mi piel. Pasará de todo. También pasará nada. Estoy lista, o creo estarlo.

Veremos. Pasean y lean.

Comentarios

  1. ¡Felicitaciones por este nuevo emprendimiento! Te estaré siguiendo como fiel admiradora de tu escritura.

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